Sin ser abogado o jurista y como solo como ciudadano emitiré una brevísima reflexión sobre el caso del bachiller Kevin Ávila.
Las declaraciones de las autoridades de la UCV (que me ha llegado) sobre el bachiller Kevin Ávila, donde explícitamente han manifestado su posición con respecto al referido bachiller y donde, además, son parte interesada en la situación que dio origen al caso que nos ocupa. Efectivamente, ellos forman parte de los involucrados en los hechos que generaron la apertura del expediente. En tal sentido, creo que el Consejo Universitario debió inhibirse de participar en la decisión para dilucidar la situación sobre el expediente abierto al Bachiller Ávila. No se puede ser juez y parte a la vez, y menos en situaciones tan dramáticas para la vida de un estudiante y que seguro perturbará el quehacer universitario, tal como está sucediendo.
Asimismo, pienso que no se fue al fondo del asunto. Creo que necesariamente tenia que tratarse - como elemento de principal importancia - la situación que generó la protesta estudiantil como fue, en particular, la comida en mal estado que encontraron en el comedor universitario, con el agravante que en ese mismo momento en otra área de la misma universidad se realizaba un acto con las autoridades de la UCV, que incluía comida ligera, pero de buena calidad y en buen estado. (hay elemento allí -suficiente e importantes- que pudieran servir para la reflexión y en particular de aquellos que están en posiciones de tomar este tipo de decisiones )
Esta situación, nuevamente trae a colación la obsolescencia de estructuras universitarias que tienen su origen en estructuras eclesiásticas medievales incluyendo con ello la temible inquisición. Parafraseando un dicho popular, esta viejas estructuras feudales (generadas mucho antes de que la cuarta existiera) están hechas a la medida, como siempre, para que los de arriba... se despachan y se dan el vuelto.
diaza3000@yahoo.com
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